La Extinción de la Dinastía de los Habsburgo Españoles:
Un Enfoque desde la Genética
Gonzalo Álvarez Jurado
Catedrático de Genética
Universidad de Santiago de Compostela
La Dinastía Habsburgo fue una de las dinastías reales más importantes de Europa. La rama española de la Dinastía Habsburgo (la Casa de Austria española) gobernó los territorios del Imperio Español desde 1516 hasta 1700, cuando el último rey de la dinastía, Carlos II, falleció sin dejar descendencia. Destacados historiadores han formulado la hipótesis de que los Habsburgo españoles se extinguieron como consecuencia del elevado número de matrimonios consanguíneos (tío-sobrina, primos hermanos, etc.) que se produjo en la dinastía. Ésta hipótesis ha sido analizada recientemente desde una perspectiva genética. El cálculo de los coeficientes de consanguinidad de los reyes Habsburgo llevado a cabo a partir de amplias genealogías que incluyen más de 3000 individuos de 16 generaciones pone de manifiesto los altos niveles de consanguinidad alcanzados por algunos reyes. Así, Carlos II tuvo un coeficiente de consanguinidad de 25,4 %, que es más alto que el que presenta la descendencia de una unión incestuosa padre-hija o hermano-hermana. Además, se detecta una fuerte depresión consanguínea en la supervivencia de los descendientes de
los matrimonios reales, de forma que aquellos niños con un mayor nivel de consanguinidad experimentaron un incremento notable de la mortalidad en relación a los infantes menos consanguíneos. Por otro lado, la compleja sintomatología clínica de Carlos II que sufrió numerosas enfermedades el sobrenombre de El Hechizado, puede explicarse como el resultado de la homocigosis producida por la consanguinidad para dos genes recesivos responsables de una deficiencia de hormonas pituitarias y una acidosis renal.
Trasgos: una nueva forma de explorar el cielo y la tierra
Juan A. Garzón
(Currículo)
Recientemente ha sido instalado en la Ftad. de Física de la Univ. de Santiago de Compostela un detector de la familia Trasgo para el estudio de los rayos cósmicos. Dicho detector al que llamamos TRAGALDABAS (TRAsGo for the Analysis of the nuclear matter Decay, the Atmosphere, the earth’s B-field And the Solar activity), con una superficie cercana a los 2m^2, ofrece una prestaciones en multiplicidad, resoluciones temporal y angular nunca alcanzadas en un detector instalado anteriormente en la superficie terrestre para el estudio permanente de los rayos cósmicos.
El detector ofrecerá la posibilidad de profundizar en el estudio de las propiedades de los rayos cósmicos y en cómo son afectados por la actividad solar, el campo magnético terrestre y la atmósfera. Los resultados obtenidos pueden ser a su vez de gran interés para otros estudios de interés científico como la historia geológica y biológica de nuestro planeta, la tomografía de volcanes o la predicción de terremotos.
¡No todo el oro reluce!
Isabel Pastoriza Santos
Departamento de Química Física, Facultade de Química, Universidade de Vigo, 36310, Vigo (Spain)
(Personal Information)
Según la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), la nanociencia o nanotecnología es “la fabricación de materiales, estructuras, dispositivos y sistemas funcionales a través del control y ensamblado de la materia a escala del nanómetro así como la aplicación de nuevos conceptos y propiedades”. Pero lo más importante de la Nanotecnología no es la posibilidad de trabajar con materiales de reducidas dimensiones, sino el drástico cambio que se produce en las propiedades físicas y químicas de dichos materiales cuando se dividen hasta la escala nanométrica. Un claro ejemplo del cambio de propiedades cuando se alcanza la escala nanométrica lo podemos encontrar en metales nobles como el Au o la Ag, entre otros. Estos metales se caracterizan por presentar colores muy característicos, que difieren enormente del color de los mismos en estado macroscópico (dorado para el oro y plateado para la plata). Así una dispersión de nanopartículas esféricas de Au tiene un color rojo intenso, mientras que la de plata presenta una coloración amarilla. Además el color específico depende enormemente de la naturaleza, morfología y tamaño de cada nanopartícula, así como también del medio que la rodea. Estas espectaculares propiedades ópticas tienen su origen en la interacción de la luz visible con los electrones libres estos metales y son la base de las numerosas aplicaciones en diferentes áreas de la ciencia.